Desde el PSOE de Rincón de la Victoria lamentamos profundamente el rumbo que ha tomado la Feria de Julio en su edición 2025, una celebración que, lejos de recuperar el espíritu popular y participativo que siempre la ha caracterizado, ha vuelto a evidenciar la falta de proyecto, sensibilidad y compromiso del actual equipo de gobierno.
Este año, una vez más, hemos asistido a una feria deslucida, sin identidad ni coherencia con las tradiciones del municipio. La ausencia de elementos emblemáticos como los adornos en las calles, la falta de programación cultural en la feria de día por parte del Ayuntamiento, o la supresión del tradicional desfile de gigantes y cabezudos con la chocolatada, dejan claro que se ha perdido el pulso de lo que esta celebración significa para los vecinos y vecinas.
Resulta especialmente preocupante la privatización progresiva de la oferta musical, con conciertos cuyo acceso ha sido restringido mediante pago, lo que limita la participación y excluye a una parte importante de la población. Consideramos que las fiestas patronales deben ser públicas, inclusivas y accesibles para todos los ciudadanos, no un producto al servicio de unos pocos.
En el caso de la feria de día, queremos dejar claro que solo ha podido celebrarse gracias a la iniciativa y el esfuerzo del comercio local, que ha vuelto a demostrar su compromiso con el municipio. La ausencia de implicación municipal en su organización ha sido evidente, y desde el PSOE queremos agradecer a los comerciantes por mantener viva esta parte tan significativa de nuestras fiestas.
También hemos recibido quejas de familias afectadas por el deficiente cumplimiento de las medidas de inclusión durante el «día del niño», especialmente en la llamada «hora sin música», donde no se respetaron los niveles de sonido. Esto demuestra una preocupante falta de planificación y sensibilidad hacia las necesidades de las personas con diversidad funcional.
Desde el PSOE de Rincón de la Victoria denunciamos el gasto desmesurado realizado por el equipo de gobierno para una feria que, en términos de contenido, organización y espíritu popular, ha estado muy por debajo de las expectativas. Exigimos transparencia sobre el destino de los recursos públicos y pedimos explicaciones claras: ¿en qué se ha invertido tanto dinero para obtener tan poco? Rincón de la Victoria merece unas fiestas dignas, no un derroche sin retorno social ni cultural.
